Ya tardaba en hablar de
firma electrónica y
productividad. ¿Y qué pintan
Michael Porter y el
medio ambiente en todo esto? Todo a su debido tiempo.
A pesar de los
intentos de algunas partes afectadas en defender el uso del papel, por todos es sabido que a más papel, menos árboles y más basura a reciclar. El papel es reciclable, sí, pero tiene un coste reciclarlo. Los árboles se repueblan, sí, pero donde hay plantados árboles para la industria papelera, no hay plantado trigo para dar de comer a gente. Algunos
hechos relevantes.
Como la firma electrónica (más información sobre la firma electrónica en
esta página de isigma) nos permite realizar trámites íntegramente en formato electrónico sin tener que imprimirlos para firmarlos manuscritamente, tenemos que si implantamos la firma electrónica consumimos menos papel, lo que va en favor de cuidar el
medio ambiente.
Por otro lado, Michael Porter en el capítulo
Verde y competitivo: Poniendo fin al punto muerto de su celebérrimo libro
Ser competitivo, donde "
se aborda la cuestión de la competencia, en múltiples niveles y desde diferentes entornos" nos da las claves de cómo una empresa respetuosa con el medio ambiente puede ser más competitiva que otra que no lo es.
El razonamiento subyacente es el siguiente: la protección del medio ambiente se basa en dos pilares:
- usar pocos recursos (energía, materia prima, etc... e.g. papel!!)
- generar pocos residuos, es decir materiales sobrantes,
y resulta que una gran fórmula para hacer una empresa competitiva es hacer lo mismo que los demás, pero con menos recursos y generando menos sobrante!!
Por lo tanto, para
Michael Porter, una empresa que cumple las más estrictas normativas medio ambientales no sólo no debería incurrir en más costes que sus competidores sino que debería ser más productiva (en términos de unidades producidas/recursos utilizados)
Con todo ellos, tenemos que una empresa que implanta
firma electrónica es más respetuosa con el
medio ambiente y esto, según
Michael Porter (interpretado, no literal), lleva a una empresa más
productiva.
La eliminación del papel no sólo conlleva el ahorro del propio papel, la tinta (tóner) y otros costes asociados al material físico, sino el almacenamiento y la manipulación del mismo, los errores de transcripción (casi todo lo que hay en un papel en una oficina acaba siendo tecleado en una aplicación u otra) y ésta es la verdadera fuente de productividad de la oficina sin papel.
Por si fuera poco, decenas de estudios demuestran el ahorro generado mediante la implantación de la firma electrónica (en el caso concreto de facturas electrónicas con plazos de amortización de la inversión inferiores a un año y
ahorros del 60 al 80 % respecto a su equivalente en papel)
Si quieres probar parte de los beneficios de la firma electrónica, puedes hacerlo con
Clicksign, un producto de la empresa
isigma, en la que trabajo, además de ser socio. El próximo 1 de octubre lanzamos una nueva versión de este producto, que es gratuito y permite firmar electrónicamente ficheros PDF.
También puedes seguir las evoluciones de este producto en
Ah! y aunque la oficina sin papel sea una meta deseable (únete al grupo de
Oficina sin Papel de FB!), no nos pasemos eliminado papel o podemos acabar como la tira de más abajo...