miércoles, 9 de septiembre de 2009

Michael Porter, medio ambiente, productividad y Firma electrónica

Ya tardaba en hablar de firma electrónica y productividad. ¿Y qué pintan Michael Porter y el medio ambiente en todo esto? Todo a su debido tiempo.

A pesar de los intentos de algunas partes afectadas en defender el uso del papel, por todos es sabido que a más papel, menos árboles y más basura a reciclar. El papel es reciclable, sí, pero tiene un coste reciclarlo. Los árboles se repueblan, sí, pero donde hay plantados árboles para la industria papelera, no hay plantado trigo para dar de comer a gente. Algunos hechos relevantes.

Como la firma electrónica (más información sobre la firma electrónica en esta página de isigma) nos permite realizar trámites íntegramente en formato electrónico sin tener que imprimirlos para firmarlos manuscritamente, tenemos que si implantamos la firma electrónica consumimos menos papel, lo que va en favor de cuidar el medio ambiente.

Por otro lado, Michael Porter en el capítulo Verde y competitivo: Poniendo fin al punto muerto de su celebérrimo libro Ser competitivo, donde "se aborda la cuestión de la competencia, en múltiples niveles y desde diferentes entornos" nos da las claves de cómo una empresa respetuosa con el medio ambiente puede ser más competitiva que otra que no lo es.
El razonamiento subyacente es el siguiente: la protección del medio ambiente se basa en dos pilares:
  • usar pocos recursos (energía, materia prima, etc... e.g. papel!!)
  • generar pocos residuos, es decir materiales sobrantes,
y resulta que una gran fórmula para hacer una empresa competitiva es hacer lo mismo que los demás, pero con menos recursos y generando menos sobrante!!
Por lo tanto, para Michael Porter, una empresa que cumple las más estrictas normativas medio ambientales no sólo no debería incurrir en más costes que sus competidores sino que debería ser más productiva (en términos de unidades producidas/recursos utilizados)

Con todo ellos, tenemos que una empresa que implanta firma electrónica es más respetuosa con el medio ambiente y esto, según Michael Porter (interpretado, no literal), lleva a una empresa más productiva.

La eliminación del papel no sólo conlleva el ahorro del propio papel, la tinta (tóner) y otros costes asociados al material físico, sino el almacenamiento y la manipulación del mismo, los errores de transcripción (casi todo lo que hay en un papel en una oficina acaba siendo tecleado en una aplicación u otra) y ésta es la verdadera fuente de productividad de la oficina sin papel.

Por si fuera poco, decenas de estudios demuestran el ahorro generado mediante la implantación de la firma electrónica (en el caso concreto de facturas electrónicas con plazos de amortización de la inversión inferiores a un año y ahorros del 60 al 80 % respecto a su equivalente en papel)

Si quieres probar parte de los beneficios de la firma electrónica, puedes hacerlo con Clicksign, un producto de la empresa isigma, en la que trabajo, además de ser socio. El próximo 1 de octubre lanzamos una nueva versión de este producto, que es gratuito y permite firmar electrónicamente ficheros PDF.

También puedes seguir las evoluciones de este producto en

Ah! y aunque la oficina sin papel sea una meta deseable (únete al grupo de Oficina sin Papel de FB!), no nos pasemos eliminado papel o podemos acabar como la tira de más abajo...

lunes, 7 de septiembre de 2009

Lo que no inventen estos japonenses ...

Gracias a un comentario de Pascual en mi entrada La Tierra, esa madre resignada, descubrí una clasificación de las civilizaciones en función de cómo obtenían la energía.

Si bien, según Carl Sagan, la Tierra sería una civilización 0.7, los japoneses se han empeñado en convertirla en 11 para allá el 2.030, y es que piensan construir una estación de energía solar en el espacio!!! Sería como la versión 0.1 de una esfera de Dyson!!

Según esta noticia, el gobierno de Japón ha resuelto un concurso con el siguiente objetivo para el 2.030:
[...] poner en órbita geoestacionaria (a 36.000 km de la Tierra) un artefacto equipado con numerosos paneles fotovoltaicos que conviertan la energía solar en electricidad, con una capacidad anual de cinco a 10 veces superior a los paneles utilizados en tierra.


Vale, capto la energía solar en el espacio, ¿y qué hago con ella? ¿cómo la traigo?

Aquí me permitan hacer un paréntesis y recordar un viejo juego de PC, el Sim City, en concreto el Sim City 2.000, cuando el año 2.000 era aún el futuro.

En este juego de simulación, una de las estaciones de energía que se podían construir era una estación de microondas, que en realidad era una estación receptora de energía obtenida en otra parte, y la transmisión de la energía se realizaba por haces de microondas.

Pues para el que se haya leído la noticia de los japoneses verá que contempla los haces de microondas como una alternativa para el transporte hacia la Tierra de la energía capturada en el espacio.

Conclusiones:
1.- Que nadie subestime la ciencia que hay detrás de un videojuego.
2.- Que nadie subestime a los japoneses!
3.- Si hay voluntad, hay formas de energía renovable. Es cuestión de prioridades!